575.222.1834
Horario: lunes a jueves de 9 a. m. a 5 p. m.
Estacionamiento gratuito disponible
Deborah Thorne, DMSc, MS, PA, CIPP
Hector Lerma, MD, PharmD

FAQs
Frequently asked questions
La ketamina se desarrolló inicialmente en la década de 1960 y fue aprobada por la FDA en 1970 como anestésico. Actualmente se utiliza como tal, especialmente en niños y en el campo de batalla por médicos militares. Durante años, las clÃnicas de ketamina han tratado la depresión y la adicción en todo el paÃs. El uso de ketamina fuera de la anestesia se considera "fuera de etiqueta" y se permite cuando un médico lo considera apropiado. La ketamina se ha utilizado fuera de etiqueta en dosis subanestésicas durante los últimos 20 años para tratar el dolor crónico, la depresión y diversos problemas de salud mental, gracias a sus efectos antidepresivos de rápida aparición, que en ocasiones proporcionan un alivio casi inmediato del dolor emocional y fÃsico. Si bien los efectos antidepresivos tienden a ser temporales después de un solo tratamiento con ketamina, se ha demostrado que múltiples tratamientos tienen un efecto acumulativo, aliviando con éxito los sÃntomas en aproximadamente el 30-60% de las personas con depresión resistente al tratamiento.
Se ha demostrado que la ketamina modula las neuronas cerebrales en tan solo 60 minutos. Los cientÃficos que investigan la ketamina se han centrado en el neurotransmisor glutamato, cuya actividad aumenta al inhibir el receptor NMDA. Este, a su vez, desempeña un papel clave en la activación neuronal y produce anestesia disociativa. Las neuronas que se conectan entre sà se activan conjuntamente, promoviendo asà la neuroplasticidad.
Generalmente, se presentan aumentos de la presión arterial o disforia. Sin embargo, algunas afecciones médicas y psiquiátricas requieren tratamiento antes de poder trabajar con ketamina de forma segura. Estas afecciones incluyen alucinaciones, trastorno de identidad disociativo (TID), consumo caótico de sustancias, manÃa no tratada, enfermedad cardiovascular, hipertiroidismo no controlado, aumento de la presión intracraneal, cistitis o evidencia de enfermedad hepática.
La tasa de éxito de la ketamina es casi el doble que la de los antidepresivos tradicionales. En dosis bajas, puede producir euforia, y en dosis altas, los pacientes pueden experimentar alucinaciones e incluso la disolución del entorno fÃsico y del cuerpo, en lo que a menudo se conoce como el fenómeno del "agujero K".
Actualmente, la indicación de la FDA para el uso de ketamina en la depresión, el TEPT, el TOC y el SDRC es "fuera de indicación" y, por lo tanto, no está cubierta por la mayorÃa de los seguros médicos. Sin embargo, existen indicaciones especÃficas en las que la ketamina podrÃa estar cubierta. Recientemente, la FDA aprobó la ketamina intranasal, que está cubierta por la mayorÃa de los seguros médicos. Se aplican cargos adicionales por psicoterapia. Consulte con su médico para ver si cumple los requisitos.